Sucker Punch-Parte 1

Sucker Punch - Capítulo 1 "Empezar de cero"

-¿En dónde se encuentra señor Petrikov?
-En la casa de mi difunta esposa.
La policía llego después de de una hora, Simón le indicó el cuerpo carente de vida de su hijastra Cake y también donde podrían encontrar a la "acecina". Los ojos de Fionna seguían derramando lágrimas lágrimas pero estos carecía de brillo cuando la policía la encontró en cima de la tumba de su madre. Por la corta edad de la muchacha o la pudieron enviar a la cárcel así que la envían a un internado para señoritas problemáticas "Deino".
A Fionna ya no le importaba nada más que escapar de allí de cualquier manera, pero antes de eso conoce a Gumball el director del lugar.
-¿Qué tenemos aquí, una niña que mato a su hermana?-Gumball era un hombre bien vestido, cabellera roja pero algo rosada por la luz y ojos rosas, ese hombre fue atraído por Fionna casi instantáneamente,   espero la respuesta de la chica pero al no obtenerla se dirigió a su padrastro-¿Seguro qué quiere dejarla aquí? Bien podría casarla con un heredero de alguna fábrica.
-Es mi plan, sólo necesito que Prenda a comportarse bien y que mejor manera que dejarla aquí hasta que cumpla los dieciocho.
-Bueno no nos demoremos más, sólo firme aquí y nos haremos cargo de su querida Fionna.
Simón leyó con atención aquellos papeles antes de firmar.-¡¿Cómo que dos mil dólares?!
-Mil por año, además su hija será tratada mucho mejor que a las demás internas.
De mal humor lo firmo y entrego en dinero.-Espero que valga la pena y el dinero.
-No se decepcionara-guardo los papeles y el dinero mientras hablo por un comunicador.-Dra.Simone por favor podría mostrarle el lugar a la pequeña Fionna. Una mujer alta de tez pálida, ojos de un azul que apenas y se notaba y una cabellera marrón hasta la cintura e iba con un vestido azul hasta las rodillas entro por la puerta.-No hay problema Gumball, ven aquí linda.-dándole la mano a Fionna para que la siguiera, ella se paró y siguió a aqextraña mujer.
Caminaron por un largo rato mientras que Simone le indicaba los lugares más importantes del internado, la pelí castaña hizo entrar a Fionna en una bodegas con estanterías repletas de ropa que al parecer eran uniformes.
-Eres algo callada...-la mujer hizo una pausa para recordar el nombre de la rubia.
-Fionna-le recordó.
-Bien , Fionna este es tu nuevo uniforme.-poniendo en finte d ella, era una falda diez centímetros en cima de la rodilla de color azul con dos franjas celestes, una polvera del mismo color y unas medias negras hasta la rodilla.
-Gracias, disculpe doctora...
Simone la interrumpió.-Puedes decirme Simone cariño.
-Simone, ¿dónde voy a dormir y donde esta mi equipaje?
-Aquí están todas tus respuestas.-dijo al mismo tiempo que señalaba una puerta de madera con un letrero en el que estaba escrito su apellido y el de alguien más. Al abrir la puerta se en conteo con otra chica.
-Las dejo para que se conozcan mejor, Marcy por favor puedes terminar de mostrarle el lugar.
-Claro, no hay problema.
Simone mostró una gran sonrisa antes de cerrar la puerta con las dos muchachas dentro.
-Soy Marceline Abedeer, ¿y tu?-dijo la chica de cabellera larga hasta más abajo de la cadera, negra como la noche sin luna, con la tez tan pálida que parecería muerta si no fuera por los brillantes ojos verdes que te llegaban hasta el alma y llevaba el mismo uniforme que Fiona tenía en sus manos solo que con el pequeño detalle de que ella llevaba puestas unas botas rockeras adelantadas a su época.
-Fionna Ward, ¿por qué eras aquí Marceline?
-Dime Marcy si quieres y sólo digamos que no me llevo con mi padre.
-¿Y tu madre?
-Ella murió hace unos diez años atrás-dijo con un tono muy trivial en su voz-¿Y tu porqué estas aquí Fi?
-Lindo apodo, yo también perdí a mi madre hace un par de días, mi padrastro trató de asesinarme y a mi hermana también pero me defendí con una pistola y cuando la dispare le di a Cake, mi hermana y ese es el resumen de porque estoy aquí.-Marceline noto que cuando contó su historia sus ojos se hicieron más opacos.
-Al parecer nos vamos a llevar bien, cámbiate y podemos ir a comer algo en el comedor, allí te presentare a las demás.
La rubia asintió y entro al baño para cambiarse no sin antes de su equipaje sacar unos zapatos negros con tacón. Al salir del baño las dos chicas se dirigieron al comedor.
-¿Sabe?-comento Marceline para romper el silencio-es bueno tener baño privado, no como las de clase baja que es como un baño comunitario y no tienen agua caliente.
-¿Es en serio?
-Si, me lo contó una chica que ya se fue.-abrió una gran puerta de madera que era el comedor-y esto amiga mía es el lugar en donde apenas y te dan comida suficiente para sobrevivir.
Ambas se rieron a carcajadas mientras iban a la fila para coger la comida. Cuando ya tuvieron sus charolas se sentaron en una mesa donde ya estaban tres chicas
-Muchachas les presento a Fionna, mi nueva compañera de habitación, Fi ella es Bonnibel-señalo a la chica de cabellera rosada, unos ojos azules tirando a morados y la tez un poco rosada como si estuviera quemada.
-Hola-dijeron y rieron al mismo tiempo.
-Ella es Fabiana-dijo Marceline interumpiendo sus risas y señalando a la pelirroja con el cabello recogido en un moño y con algunas puntas suelta, ojos de color miel y la piel algo bronceada.
Fionna la saludo y ella mientras alzaba su vaso para beber de el guiño un ojo.-Y para finalizar Jaqueline, pero le dicimos Jack.-Jaqueline tenía aúna gran sonrisa que surcaba su rostro tenía el cabello blaco pero con finas tiras azuladas, largo y recogido en una coleta y unos ojos algo celeste claro.
-Lindos zapatos-dijo Jaqueline con la misma sonrisa.
-Gracias, lindos ojos.
-Gracias, no pareces muy afectada por tu llegada a este lugar.
-No planeo quedarme aquí mucho tiempo.
-¿Así?-intervino Marceline interesada por el tema de combersación.
-Si, haré hasta lo imposible por escapar.
-¿Cómo?-pregunto Fabiana.
-No lo se aún pero no tardare más de un año y medio.
-Estas bromeando ¿verdad?-toda la mesa dirigió su mirada hacia Bonnibel-las últimas chicas en tratar de escapar no volvieron caminando por su cuenta.-con ese pequeño discurso la discusión término pero no por eso Fionna se va a rendir antes de intentarlo.

Ya entrada la media noche la pelí negra y la rubia se encontraban durmiendo en su habitación, era una noche tranquila pero fría ya que se acercaba el invierno, en la cabeza de Fionna se estaba formando un plan en forma de sueño.

Fionna se encontraba en el jardín principal de un antiguó templo japonés cubierto por la nieve, al parecer vestía algo parecido a su uniforme del internado sólo que la falda era mucho más pequeña y mostraba más de su muslo y su polera iba un poco más arriba de su ombligo, trato de refugiarse del frío al entrar en una edificación ser caña que era la parte principal del templo.
-¿Hay alguien aquí?-grito la chica
-Eso depende-respondió una vos masculina con cierto toque lúgubre y sensual que provenía de las sombras.-¿Buscas a alguien en específico?
-No, sólo busco una salida.
-Una salida ehh-el chico que se refugiaba en las sombras poco a poco se acerco a Fionna quien se impresiono de lo atractivo que era este, era alto, su tez se parecía a la de Marceline, sus ojos eran plomos a los bordes y en el centro se iban azulando y su cabello estaba algo largo, despeinado y negro como el de su amiga, sin duda parecerían parientes si no fuera que el muchacho tenía una marca de mordedura a un lado de su cuello y mostraba un padre colmillos afilados, pero su vestimenta desentonaba todo su estilo, llevaba puesto un quimono azul oscuro decorado con un árbol de cerezo japonés pero sin sus flores.-¿una salida hacia donde?
-A la libertad.-respondió sin titubeo alguno.
-Bien, pero antes dime tu nombre.
-Soy Fionna, la humana.
-Fionna, yo me llamo Marshall, rey de los vampiros y no sólo te diré lo que necesitas para encontrar tu salida sino que también te ayudare en tu búsqueda.
La humana asintió y el vampiro prosiguió.-Tu búsqueda no será fácil tendrás que pelear con esto.-le tendió una katana y un revólver parecido al de su padre.-con esto escaparás y con otras cinco cosa.
-¿Cuales son?
-La primera un mapa, la segunda fuego, la tercera un cuchillo, la cuarta una llave y la quinta y más importante necesitarás aliados. Y aparte de todo eso tienes que sobrevivir.
En ese instante entraron tres samuráis gigantes, a los dos primeros los derrotó con la ayuda de Marshall, al encarar al tercero el muchacho la detuvo.
-Hasta aquí llego yo, esta va ser tu batalla, esfuérzate pero sobre todo no te lastimes.-puso sus manos en las tibias y sonrosadas mejillas de la humana y le planto un tierno beso en la frente antes de volver flotando a las sombras.
-No te decepcionare.-grito antes de que el se ocultara por completo.
Fionna no tenía más opción que derrotar al tercer samurái, con su katana en mano corrió en dirección a aquel monstruo para que con un solo golpe en su cuello su cabeza saliera rodando.

La muchacha rubia se despertó de golpe de aquel loco sueño, pero ya tenía un plan y eso era lo que importaba.
-Marcy, Marcy despierta ya.
-Fi ¿qué es lo que sucede?
-Ya se como escapar de aquí.
Sólo con esas palabras consiguió que la pelí negra se despertará completamente.-Soy toda oídos...